We will always try to update and open chapters as soon as possible every day. Thank you very much, readers, for always following the website!

Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria

Chapter 525
  • Background
    Font family
    Font size
    Line hieght
    Full frame
    No line breaks
  • Next Chapter

Capítulo525

La mirada penetrante de Clara barrió instantáneamente la habitación, y Rodrigo retrocedió un

paso, bajando la cabeza de inmediato.

César se apresuró a acercarse. -Señora.

Clara frunció el ceño.

-¡Clara! Alejandro fue trasladado a este hospital, ya tenía miedo de que se preocupara por su

herida y eso afectara su recuperación-murmuró César tímidamente.

La actual señora ya no tenía la ternura y la sumisión que solía mostrar en la familia Hernández.

Ahora era dominante y afilada, y cada vez que la enfrentaba, César se sentía nervioso.

-Alejandro es bastante considerado. ¿Quién dijo que me preocuparía por él? – Clara levantó el

ceño y se rio fríamente.

-Si no se preocupa por nuestro Alejandro, ¿por qué vino tan rápido a buscarlo? – César levantó la cabeza con

Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt

valentía y le respondió.

Clara frunció el ceño enojado.

Alejandro estaba recostado en la cabecera de la cama, sus largas pestañas se movieron

ligeramente, y la comisura de sus labios se curvó imperceptiblemente.

César, por lo general, era un poco torpe y a veces no hacía bien su trabajo, pero en este momento había elegido

las palabras adecuadas. Parece que necesitará un aumento de sueldo.

-Todos ustedes, salgan-ordenó Clara fríamente.

-Señorita,

Aarón mostró preocupación en su rostro y comenzó a hablar, pero ella lo interrumpió. -Aarón, tú también retirate.

Cuando Clara da una orden, nadie se atreve a desobedecer. Los tres hombres salieron en fila y cerraron la puerta

detrás de ellos.

Con la puerta cerrada, Clara se acercó a Alejandro. Aunque fruncía el ceño, sus ojos mostraban en parte enojo y en

parte preocupación.

–He revisado tu expediente médico. Fue un golpe muy grave. Si el rescate se hubiera retrasado un

poco, tus órganos internos habrían sufrido una hemorragia masiva, lo que habría puesto en peligro

tu vida.

-Pero no tengo heridas graves, y tampoco estoy muerto-dijo Alejandro con voz suave y un tono de

voz nasal que tenía un toque sensual, mientras miraba fijamente a los ojos de Clara con ternura y

profundidad. Clara, no olvides que he estado en el campo de batalla. He probado todo tipo de

amarguras y he sufrido heridas. Esto no es un mayor problema para mí.

La mirada intensa de Alejandro hizo que Clara sintiera un breve ardor en su interior. En su mente,

de repente, apareció la imagen de ellos dos luchando juntos.

A pesar de que Clara demostraba serenidad, cada vez que recordaba esos apasionados años en los

que lucharon juntos en medio de balas y explosiones, su corazón se aceleraba, sus palmas

sudaban y su respiración se volvía agitada.

-Aprecio mucho que me hayas salvado, pero no necesito que llegues a este extremo. Si estás herido, podrías

Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm

haberme dicho, podría haber buscado una forma de curarte-dijo Clara con una

mirada penetrante y una voz temblorosa.

-La razón por la que te evité ya fue mencionada por César-respondió Alejandro con indiferencia, como si no fuera

un asunto importante.

-¿Estás herido en la espalda? Desabrocha tu camisa y date la vuelta-ordenó Clara, ignorando sus palabras

intrigantes. Su actitud seguía siendo fría y dura. -Rápido, ¿qué te pasa? ¿Un hombre grande como tú tiene

vergüenza? ¿Todavía puedo aprovecharme de ti?

Alejandro sonrió amargamente. -Hace tres años, realmente quería amarte, pero nunca me diste la oportunidad-

dijo Clara, con las mejillas ligeramente sonrojadas después de sus palabras.

Alejandro también se sorprendió por un momento y sintió una amarga sensación de culpa. La atmósfera se volvió

incómoda de nuevo.

Desabrochó uno por uno los botones del uniforme hospitalario, se quitó la camisa y mostró su cuerpo desnudo,

lleno de músculos bien definidos y una piel marcada por cicatrices que llamaban la atención.

Clara ya había visto el cuerpo de Alejandro antes, pero todavía se sorprendía de lo bien cuidada que estaba su

figura cada vez que lo veía.

Sin poder evitarlo, Clara tragó saliva y ordenó fríamente: -Ponte boca abajo.